Los incendios forestales producen graves daños ambientales por la destrucción de la cubierta forestal, muerte y huida de animales, la pérdida del suelo fértil, avance de la erosión, desaparición de ecosistemas, aumento en las emisiones de CO2 a la atmosfera y desertificación
Pérdidas en vegetación y fauna, alteración en la captación del agua, erosión eólica e hídrica son los daños ambientales que causan los incendios
Cuidar el medio ambiente que nos rodea, la vegetación que nos protege, la diversidad animal que mantiene el equilibrio sistémico, el agua que nos brinda vida y los suelos que nos cobijan, es responsabilidad de todos. El respeto por cada uno de ellos es fundamental y debe ser asumido como una máxima que ordene todo comportamiento social.
Una de las grandes amenazas a estas realidades son los incendios forestales, que significan un importante retroceso en cada una de estas cuestiones y una irresponsabilidad por parte de quienes lo inician.
Pérdidas en vegetación
La vegetación leñosa de los arbustos y árboles de mayor porte (molles y algarrobos) sufrieron daños que tardarán 30 años en subsanarse. Esto se debe a que han sido afectadas sus ramas mayores y el tronco o fuste principal. Aquellos que sólo sufrieron pérdidas en lo que refiere a sus hojas y pequeñas ramas tardarán, al menos, dos años en reponer sus tejidos.
Los animales también sufren
La pérdida en la flora afecta, indirectamente, a las especies animales autóctonas ya sean mamíferos, aves o reptiles, quienes pierden la posibilidad de refugiarse o nidificar en lugares óptimos. La situación lleva a un desbalance en el sistema predador-presa ya que los primeros tienen mayores posibilidades de ubicar rápidamente a los segundos.
Pero esto sólo podrá ser posible si los animales sobreviven al incendio. La mayoría de las especies que mueren son las terrestres, muchos de los que viven en grupos se asustan y aíslan quedando sin protección, siendo las crías las más afectadas.
Alteración en el agua
Las Sierras Centrales de San Luis se constituyen en una de las principales fuentes de captación del agua. Desde ellas se acopian grandes volúmenes que permiten el llenado de diques y el consecuente abastecimiento de pueblos y ciudades.
Los incendios alteran la captación de agua, generando pérdidas de materia orgánica, cambiando la acidez de los ríos, lagos e impidiendo el desarrollo de la actividad ganadera. Además, se dificulta y encarece la potabilización del agua, ya que la misma arrastra cenizas y carbón.
Por los mismos motivos, el ciclo natural del agua se altera, la recarga en el suelo es mucho menor, el agua tiende a escurrir más rápido generando mayor arrastre de sedimento, los ríos ven sobrepasada su capacidad de transportar agua y se incrementan las posibilidades de crecidas.
Suelos desprotegidos
Al perder la vegetación que los protege, el suelo se presenta como otro de los afectados por los incendios forestales. Dentro de las consecuencias que sufre, pueden enumerarse los procesos de erosión eólica e hídrica, la merma en la materia orgánica, la afectación de bancos de semillas y el cambio en la proporción de especies vegetales favoreciendo aquellas con hábitos “colonizadores”.
Asimismo, las especies arbóreas no se desarrollan de la misma manera debido a las cicatrices que les deja el fuego, teniendo que rebrotar nuevamente desde zonas afectadas, formando espacios de difícil acceso y generando enfermedades en la vegetación.
Afecta la Calidad Industrial de la Materia Prima:
Los indicadores industriales de calidad pueden verse severamente afectados y deteriorados con la quema de la materia prima, no sólo por causa del deterioro e inversión de los azucares, sino también por la presencia de contaminantes bacteriales en el medio.
Favorece la Presencia de Plagas Problemáticas:
Si bien la quema ocasiona la eliminación de plagas destructivas para la agricultura, también induce la de sus controladores biológicos naturales, creando con ello un peligroso desequilibrio que la experiencia a demostrado favorece más a la plaga, por formar esta parte de un sistema vegetal distorsionado y desequilibrado (monocultivo), lo que resulta una verdad técnicamente comprobada. Hay plagas como es el caso del Taladrador Menor del Tallo, cuya presencia se ve muy favorecida y promovida con la quema (presuntamente por el humo) de los cañaverales.
Puede Afectar Otras Actividades Productivas:
Actividades productivas como la Apicultura han reportado alguna afección de sus intereses comerciales, al indicar que luego de realizar la quema, las abejas visitan las plantaciones de caña atraídas por el material azucarado expuesto, momento en el cual las cenizas se adhieren a sus patas y cuerpo, con lo cual contaminan posteriormente las colmenas afectando la calidad de la miel producida. Otras actividades empresariales indican también afección por causa del humo y las cenizas producidas.
Ocasiona Trastornos a la Salud:
Además del humo, la gran cantidad de cenizas producidas por la quema resultan molestas para los habitantes de localidades próximas y no muy próximas a las plantaciones cañeras donde se practica la quema, principalmente por inducir afecciones respiratorias por causa de los particulados de tamaño pequeño, visuales y depositarse sobre la vestimenta.Se asegura que el humo y las cenizas liberadas por las quemas de los cañales afectan severamente las personas que padecen problemas respiratorios de salud, como acontece con niños y personas de edad mayor.
El riesgo humano
Como si las pérdidas ambientales no fueran suficientes, los incendios forestales pueden causar graves consecuencias en los seres humanos, tanto en aquellos que viven cerca del área donde se producen y extienden las llamas, como así también en las personas que arriesgan sus vidas en pos de apagar el fuego.
Afecta el Turismo y la economía de tu zona:
Resulta innegable que las quemas provocan un efecto visual muy negativo para los pobladores y principalmente contraproducente para el turismo. La quema de un cañaveral resulta realmente impactante cuando se le observa de cerca y aún de lejos, sobre todo si el área quemada es amplia, pues la intensidad del calor generado, el ruido crujiente provocado por la quema e incineración del material vegetal y la cantidad de humo liberada son impresionantes para muchas personas.
Cambiemos la Forma de hacer agricultura a través de devolver microorganismos en los suelos
Los organismos del suelo aportan una serie de servicios fundamentales para la sustentabilidad de todos los ecosistemas. Son el principal agente del ciclo de los nutrientes, regulan la dinámica de la materia orgánica del suelo, la retención del carbono y la emisión de gases de efecto invernadero, modifican la estructura material del suelo y los regímenes del agua, mejorando la cantidad y eficacia de la adquisición de nutrientes de la vegetación y la salud de las plantas. Estos servicios no sólo son decisivos para el funcionamiento de los ecosistemas naturales, sino que constituyen un importante recurso para la gestión sostenible de los sistemas agrícolas.
Existen otros microorganismos de vida libre capaces de reducir el nitrógeno atmosférico y que son considerados como bacterias diazotrofas (Azospirillum, Derxia, Pseudomonas, Beijerenckia, Azotobacter, Entherobacter, y otras). Además, estas bacterias tienen la facultad de promover el crecimiento vegetal a través de la capacidad de propiciar la síntesis de hormonas reguladoras del crecimiento, como el ácido indolacético, así como de inhibir el crecimiento e incidencia de patógenos de hábito radical, mediante la secreción de sustancias de tipo antibióticas (Alarcón et al., 1999; Ferrera et al., 1999; Alarcón y Ferrera, 2001) Otras bacterias tienen la capacidad de solubilizar compuestos ricos en fósforo , que no está disponible para las plantas, mediante su actividad fisiológica de secretar ácidos orgánicos y enzimas denominadas fosfatasas, por lo que propician la liberación del fósforo para que las plantas puedan aprovecharlo. Algunos hongos filamentosos (no micorrízicos) del suelo se asocian con raíces (hongos endorrizosféricos) de plantas, éstos intervienen en la solubilización de fósforo, mineralización de la materia orgánica y contribuyen también en el control biológico de otros hongos patógenos. En este último caso, los mecanismos de acción de estos hongos se fundamentan en actividad micoparasítica (Ferrera, 1977; Espinosa et al., 1999) de tipo biotrófica (en la que sólo se alimentan del hongo parasitado sin provocarle la muerte) y necrotrófica (en la que se produce la muerte del hongo parasitado,
El hombre es el mayor beneficiado en implementar estos procesos dentro de sus cultivos y bosques, el planeta ya sufre los embates de estas practicas que son difíciles de erradicar, sin embargo creemos que poco a poco juntos lograremos cambiar esta practica, lograr tener suelos sanos e importantes beneficios al medio ambientee así como a la cadena alimentaria que de ello emerge